Diario de un Robotista: déjà vu.

domingo, abril 30, 2006

déjà vu.

mira como digo que consumo drogas
mira como me hago creer que consumo dogras
mira como confirmo que todo es psicologico
mira como las drogas no son mas que azucar
y caramelos baratos comprados en la esquina.

me traje mis libros, mi musica y mis escritos
soy feliz con ellos
yo nunca volvi al sur
tampoco siempre volvi al amor.

yo odio el sur.

Generacion Beat.

3 Comments:

subeteamilavadora said...: ya lo sabes
yo tambien lo odio
gr...
maldito verde y café sur
malditos potretros y bueyes
maldita madera; 8:07 a. m.
Pamela Albarracín said...: saca uno; 11:30 a. m.
Pamela Albarracín said...: Ahora si que va en serio :)

salud una vez mas por tu talento y bueno, yo no odio el sur pero como buena hija del desierto prefiero mi norte grande, donde nada está hecho, donde la imaginación vuela y toma forma desde la nada.; 11:33 a. m.

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: Nombre: Pablo Acuña; Ubicación: Chile

No seria nada de cool poner mi curriculum aqui, como lo hacen el resto de los escritores.

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De sobra sabes que eres la primera que no miento si juro que darÃa por ti la vida entera, por ti la vida entera. Y sin embargo un rato cada dÃa ya ves te engaÃ±arÃa con cualquiera te cambiarÃa por cualquiera. Ni tan arrepentido ni encantado de haberme conocido, lo confieso tÃº que tanto has besado tÃº que me has enseÃ±ado Sabes mejor que yo que hasta los huesos sÃ³lo calan los besos que no has dado los labios del pecado. Porque una casa sin ti es una embajada el pasillo de un tren de madrugada Un laberinto sin luz, ni vino tinto un velo de alquitrÃ¡n en la mirada. Y me envenenan los besos que voy dando y sin embargo cuando duermo sin ti contigo sueÃ±o, y con todas si duermes a mi lado, y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueÃ±o perdido en el paÃ±uelo de amargura que empaÃ±a sin mancharla tu hermosura. No deberÃa contarlo y sin embargo cuando pido la llave de un hotel y a medianoche encargo un buen champÃ¡n francÃ©s y cena con velitas para dos siempre es con otra, amor, nunca contigo bien sabes lo que digo. Porque una casa sin ti es una oficina un telÃ©fono ardiendo en la cabina una palmera en el museo de cera un Ã©xodo de oscuras golondrinas. Y me envenenan los besos que voy dando y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueÃ±o. Y con todas si duermes a mi lado y si te vas, me voy por los tejados como un gato sin dueÃ±o, perdido en el paÃ±uelo de amargura que empaÃ±a sin mancharla tu hermosura. Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina y baile sin orquesta y ramos de rosas, con espinas Pero dos no es igual que uno mÃ¡s uno y el lunes, al cafÃ© del desayuno, vuelve la guerra frÃa y al cielo de tu boca el purgatorio y al dormitorio el pan de cada dÃa. Y me envenenan los besos que voy dando.